Ciberfeminismo: una herramienta de resistencia híbrida para construir espacialidades inclusivas

Resumen

Las nuevas tecnologías de la comunicación, especialmente las redes sociales, han transformado la forma en que el feminismo se articula y se expresa. Donna Haraway, en The Cyborg Manifesto (1984), introdujo la idea de que la identidad no debe ser fija, proponiendo el cyborg como un modelo de identificación que enfatiza la afinidad por encima de las categorías rígidas. Esto ha cobrado relevancia en el análisis crítico de la relación entre tecnología y feminismo, al reconocer que la tecnología es portadora de los valores y preocupaciones de sus creadores. El colectivo VNS Matrix, fundado en 1991, destacó por crear arte e intervenciones que desafiaban las nociones que perpetuaban la subordinación de las mujeres. El ciberfeminismo, aunque tenga variaciones globales, incluso en Brasil y América Latina, comparte la búsqueda de una nueva política de identificación basada en afinidades y reflexiones críticas sobre las desigualdades de género. El colectivo brasileño CEMINA, por ejemplo, se ha centrado en la comprensión de las realidades de las mujeres brasileñas en relación con la tecnología, en línea con los principios de Haraway. El objetivo de este artículo es analizar el ciberfeminismo, un movimiento diverso que aborda cuestiones de identidad de género y activismo en el contexto digital. También explora la relación entre el ciberfeminismo, el arte y la tecnología y pone de relieve los desafíos en el entorno digital, haciendo hincapié en la intersección entre el activismo en línea y fuera de línea en la lucha feminista contemporánea. Este estudio examinará la influencia de la perspectiva de género en la construcción de espacios, tanto físicos como virtuales. El ciberfeminismo busca crear espacios inclusivos y promover intervenciones en el espacio urbano a partir de manifestaciones originadas en el ciberespacio.